martes, 29 de abril de 2014

TURISTA ESPAÑOL VS TURISTA RUSO


El domingo pasado aproveché el maravilloso día que se presentaba y decidí irme a la playa. Busqué un buen sitio, coloqué mi toalla, me puse mi cremita…  Cuando pude sentarme con mis gafitas de sol a observar el panorama, me percaté de que a mi lado había dos familias muy diferentes y me propuse analizarlas y contaros mi conclusión.
A mi derecha, una familia española: mamá, papá, nene, nena, toalla, sombrilla, latita de banderillas, nevera con cervecita y bebidas varias, tortilla de patata….. Vamos lo que viene siendo una “tipical spanish” de ”toa” la vida.
A mi izquierda, una familia de rusos todos rubitos y con la piel, como diría… un poquito rojita: mamá, papá, dos nenas, tumbona y sombrilla de pago, mesa con cócteles servidos desde el chiringuito más cercano, camisa Tommy Hilfiger, bolso de playa de Louis Vuitton (yo tampoco sabía que eso existía)…
Pues lo dicho, me puse a analizarlos y estas son las conclusiones que saqué:




TURISTA ESPAÑOL






España: población 47.000.000 hab. Cerca de 23,9 millones de personas residentes en España realizaron al menos un viaje fuera de su provincia de residencia durante el año pasado.
Los gráficos arriba detallados reflejan el volumen total de viajes que en el año 2011 disfrutaron los ciudadanos españoles. En ellos se observa como la inmensa mayoría eligió nuestro país como destino vacacional, convirtiéndose en el 91,8% del total de viajes. De estos mismo gráficos podemos leer como la ocupación varia considerablemente si elegimos fuera o dentro de nuestras fronteras, ya que el turista español cuando viaje fuera de ellas lo hace con una pernoctación aproximada de 9.1 noches, mientras que en territorio nacional esa duración desciende hasta los 4.4 noches.


TURISTA RUSO



Rusia: población 143.000.000 hab.
Durante el año 2011, el  número de turistas rusos que viajó al extranjero ascendió a14.495.894 de que se gastaron en el extranjero un total de 26.500 millones de dólares
Si tenemos en cuenta que en apenas 3 años esas cantidades han sufrido un considerable aumento, entendemos porque el gobierno ruso se propone subvencionar al 40% las vacaciones con tal de que sean en el propio país. Como 4º país de preferencia, cuando vienen suelen elegir principalmente Cataluña, Comunidad Valenciana, Islas Baleares, Murcia y Andalucía y suelen viajar en verano

ESTANCIA:
Turista español: Como hemos indicado,  un español pernocta en sus viajes de 4,4-9,1 noches (según destino) mientras que un ruso lo hace una media de 9-15 noches.

DÓNDE:
Turista español: el 91.8% de los españoles prefieren el  propio país. Las CCAA a las que más viajan son Andalucía (18,2%), Cataluña (15,1%) y Castilla León (10,8%).
Para los viajes al extranjero, los españoles prefieren Francia (12,8%), Portugal (12,2%) e Italia (11,4%).
Turista ruso: El turista ruso visita casi en un 61% su propio país, mientras que los que viajan al extranjero prefieren Tailandia, China, Egipto y España. En nuestro país, existe el cliente de lujo y el familiar.
Este se concentra en la zona de la costa Brava, mientras que el cliente que tiene un mayor poder adquisitivo prefiere otras zonas del mediterráneo y sur.

CUANDO:
El turista español lo hace mayoritariamente en verano, mientras que la Navidad suele viajar para visitar a familiares y amigos en nuestro territorio y en Europa.
El turista ruso suele viajar en verano, y sobre todo en junio, julio y septiembre más que en agosto.

PERFIL:
El turista español: turistas con edades comprendidas entre los 18 años y los 75 años.
Los más viajeros  al extranjero son los residentes en Cataluña (25,5%), Madrid (20,4%)  y Andalucía (11,9%), mientras que en turismo interno un 19% viaja desde Madrid, 16,3% desde Cataluña y un 16,1% lo hace desde  Andalucía.
El turista ruso: el ruso que viaja a España tiene una edad comprendida entre los 25 y 45 años. Su capacidad económica es alta y proviene de grandes ciudades como Moscú y San Petersburgo.

ORGANIZACIÓN DEL VIAJE
Turista español: cae en torno al 8,4% la organización en paquete turístico y reservas en agencias (-14,2%) y aumentan los viajes sin reserva previa  (+6,6%). Un 50% de los españoles buscan información o reservan por internet
Turista ruso: Sus vacaciones son gestionadas, en la mayoría de los casos, por agencias de viajes donde adquieren un paquete turístico y visado. Suelen reservar con al menos 3 meses de antelación.
A través de Internet, los rusos solo realizan entre un 2% y un 5% de las reservas.

MOTIVO.
Turista español: Para el español, los principales motivaciones para viajar son  el ocio (representa el 54,9 %), motivos  familiares y amigos (23,3%) y por motivos laborales (1,8%).
Turista ruso: El  64% de los turistas rusos viajan por ocio, pero son el 68% de los viajeros los que viajan en familia.

GASTO:
Turista española media de gasto diario del turista español es de 78,4€ mientras que el turista ruso gasta en torno a los 163€ (por delante de británicos y alemanes)

ALOJAMIENTO
Un 56,10% de los turistas españoles  elige el  hotel como alojamiento de sus vacaciones, si bien el turista ruso, al viajar en familia, prefiere apartamentos (71%) o villas (29%)

TRANSPORTE
Turista español: Un 80% de los turistas prefiere el coche en sus desplazamientos ya que la mayoría tienen lugar dentro de nuestras fronteras o en países limítrofes.
Turista Ruso: Su preferencia, debido a las grandes distancias y a su elevada renta per cápita, suele ser el avión.

Cómo veis se pueden apreciar algunas diferencias entre ambas nacionalidades de turistas, sobre todo en alojamiento, transporte elegido y gastos por visitante, si bien coinciden en que  ambos siguen prefiriendo su país de origen a las salidas al exterior y su principal motivación es el ocio.

En fin, ahí os dejo los datos para una reflexión. Yo, por si acaso, voy a ir aprendiendo el idioma. 

на следующий (que quiere decir hasta la próxima)





jueves, 27 de marzo de 2014

LA ANFITRIONA PERFECTA



He de reconocerlo: ¡ me encanta ejercer de anfitriona!

Cuando invito a familia o amigos a casa a cenar, me gusta que se sientan especiales. Me gusta sentarlos a la mesa y que disfruten, al menos durante ese corto espacio de tiempo, de que alguien los mime y los haga sentir cómodos. Aunque cada vez son menos frecuentes las cenas en casa, desde que tuve mi propio hogar, mi casa se convirtió en lugar de encuentro y desencuentro para amigos y familiares. Cualquier persona que venía a casa era atendido como se merece. Y ahora que estoy estudiando el tema del protocolo me doy cuenta de que algunas cosas siempre las hice bien de forma natural.

Por ejemplo: para mí es impensable no acompañar al invitado, por muy coleguita que sea, hasta la puerta de mi casa  para despedirlo (y a veces, la despedida llegaba hasta el coche, sobre todo si había niños de por medio).

Permitir que mis invitados se levanten de la mesa y me ayuden a recoger es otro impensable: ¡ya recogerán en su casa, porque aquí son “mis” invitados!

Y ¿A quién se le ocurriría recibir a sus invitados a una cena con chanclas y bermudas (siempre y cuando no fuera en la piscina. Ayyy, que afortunados esos)? ¿O colocar en la mesa un mantel sucio y arrugado?

Con esto quiero decir que a veces, el protocolo es tener un  poco de educación y un  mucho de sentido común. No es que uno tenga que aprenderse un manual completo desde el índice hasta el final. En algunos casos hay que memorizar y asimilar unos conocimientos hasta entonces desconocidos para después ponerlos en práctica, pero otros, son solo unas pautas básicas y lógicas que harán de ti un buen anfitrión.


Y todo esto que lo haces en la intimidad de tu casa con tus invitados es ampliable a tus relaciones laborales o empresariales.



Agradar a un cliente es como agradar a tu amigo en casa: recibirlo en la puerta con un saludo afectuoso, ofrecer la mejor imagen de ti mismo, presentar al resto de personas,  ofrecerle asiento, mantener una conversación agradable y distendida (nada de asuntos espinosos que os puedan disgustar tipo política, fútbol…), acompañarlo a la salida….


En fin, que a veces, unas mejoras de nuestros conocimientos sociales y la aplicación de unas sencillas normas harán de nosotros los mejores anfitriones del mundo, dentro y fuera de nuestro hogar.

viernes, 21 de marzo de 2014

Y YO, ¿DÓNDE ME PONGO?

Seguro que, más de una vez os han invitado, o vosotros mismos habéis organizado, una cena formal en casa. 
Como ya visteis en mi post anterior, el tema de la organización de la mesa lo tenemos más o menos controlado. Ahora nos queda decidir dónde colocarnos. Para ello  os daré unas breves indicaciones sobre la colocación de los invitados en cenas o actos formales, aunque algunas de ellas te parezcan sorprendentes. Recuerda que estamos hablando de cenas formales (no me vale que tengáis en cuenta estas indicaciones para invitar a vuestros amigos a tapeo, pizzas y coca-colas. Para eso nos ponemos dónde mejor nos parezca o, en su caso, dónde esté la ración más abundante de jamón). 

Para ello vamos a tener en cuenta una serie de normas:
  • En las cenas formales, las parejas se rompen (o sea que despídete     de tu chico hasta después de cenar)
  • El sexo de los invitados se va alternando
  • Los anfitriones siempre estarán sentados uno frente al otro.
  • Puedes elegir entre dos presidencias el sistema anglosajón (Los anfitriones se colocan en las cabeceras de la mesa) o el sistema francés  (Los anfitriones presiden la mesa colocados en el centro de la misma y uno delante del otro).
  • El anfitrión principal siempre se colocará mirando la puerta o entrada principal y enfrente se colocará el segundo anfitrión.
  •  A la derecha del anfitrión se colocará la invitada más importante y a la derecha de la anfitriona el invitado más importante.
  • Una vez colocados los anfitriones y sus respectivas derechas iremos colocando al resto de invitados en alternancia de derecha a izquierda, siempre intercalando hombres y mujeres, hasta terminar la lista de invitados.
  • Hay casos en los que el anfitrión puede ceder la presidencia a su invitado más importante.
  • Se pueden colocar marca sitios  que ayudan a situar a cada invitado en su lugar.
  • El inicio y final de la cena lo marca el anfitrión.

 Ahora bien, pongamos un ejemplo:

Imaginemos una escena muy común hoy día. Juan y Elena invitan a los padres de éste, Manuel y Carmen, y a su   hermano Carlos con su pareja Marta  a una cena de navidad.
Al ser 6 personas nos vamos a decantar por la presidencia francesa y quedaría de esta forma.


  
Sé que no es a lo que estamos acostumbrados (normalmente las parejas siempre tendemos a sentarnos juntas) pero es lo más correcto y además tiene una explicación lógica: de esta forma no habrá parte de la mesa que quede “desierta” ya que los anfitriones se encargarán de atenderlos de una forma más correcta y homogénea.

Con respecto a los marca sitios, a mí es una cosa que me encanta. Yo suelo hacerlos manualmente y colocarlos encima del plato o en la parte superior de éste.  Lo más simple sería hacerlos de papel o cartulina con pequeños adornos o grecas, pero también podéis elaborarlos un poquito más. Por ejemplo: un bombón al que pincháis un palito con el nombre del comensal, un adorno navideño con tarjetita o incluso hacer una figura con goma eva o arcilla. Eso sí, yo siempre sigo la premisa de que menos es más. No te pases recargándolos.

Con todo esto, ya tenemos la mesa puesta, los invitados en su sitio…. Sólo nos falta el menú y ¡¡a disfrutar!!


Os prometo que en otra ocasión os daré ideas de menús rápidos y fáciles que os hagan quedar como un auténtico Arguiñano.

lunes, 17 de marzo de 2014

MARCAJE DE MESA

Si leíste mi post anterior, sabrás que lo justo es empezar éste con la resolución del error del croquis que adjunté. No era fácil de localizar, pues la verdad es que casi todo estaba en su sitio; así que vamos a analizarlo y descubriremos que es lo que falló.

Colocación de la vajilla: será conveniente utilizar un bajo plato, que puede ser de alpaca o plata. No es fundamental, pero es cierto que otorga distinción a la mesa, aparte de realizar su cometido (recoger pequeños restos que pudieran caer del plato y no ensuciar así la mantelería). Encima de él, se colocarán el plato llano y hondo, si el menú así lo requiere. Para una cena formal, lo normal es utilizar mantelería en blanco o color claro, a ser posible lino o algodón; eso sí, debe estar impecablemente planchado. La servilleta ha de colocarse a la izquierda o derecha doblada (nada de papiroflexia ni meter la servilleta doblada en la copa) o incluso se permite encima del plato. 
El tema del platito de pan: el nuestro es el de la izquierda. ¡Recuérdalo o nos comeremos el pan del compañero! El cuchillo que nos colocan en dicho plato no es para cortarlo, es para untar mantequilla en caso de que haya. El pan se cortará con las manos y llevarlo a la boca en trozos pequeños.
¡por ahora vamos bien!



Con respecto a la cristalería, se coloca de izquierda a derecha de mayor a menor tamaño; es decir, en ese orden primero será la de agua, vino tinto y blanco (es la copa más pequeña).
¡Seguimos aprobados!



El tema más espinoso puede ser el de la cubertería. No sé si os ha pasado alguna vez, pero yo en más de una boda (y más de dos...) me encuentro con más cubiertos que comida. O eso o yo estaba demasiado hambrienta ese día. Lo cierto es que abruma la cantidad de cubiertos que colocan y, es  que a veces no sabemos ni por donde empezar.

Lo que hay que recordar es el orden de uso, ya que se utilizaran de fuera hacia dentro (primero los más alejados del plato y así hasta usar el que más cerca de él esté). A la izquierda se colocan los tenedores y, de fuera hacia dentro serán: el de ensalada, pescado y carne. A nuestra derecha se coloca la cuchara y los diferentes tipos de cuchillos (ensalada, pala pescado y cuchillo carne) siempre con la sierra mirando al plato. 

¡Seguimos por buen camino!



Ahora bien, los cubiertos de postre se colocan delante de nuestro plato, en la parte superior del mismo. El orden, de arriba abajo seria: cucharita, tenedor y cuchillo (si lo hubiera) El sentido de los mismos también es importante: la cuchara mira a la izquierda, el tenedor a la derecha y el cuchillo igual que la cuchara.  Ahí estamos. ¿Lo ves o no?

Ese era el fallo del croquis. Colocó en su sitio los cubiertos de postre, pero los colocó al revés (la cuchara miraba a derecha y el tenedor a izquierda).

En fin, es una pequeñez, pero en cuestión de protocolo, todo ha de ir bien estudiado y organizado. Son precisamente los pequeños detalles lo que nos diferencia de los demás y lo que nos hacen recordar cómo fue ese acto que organizamos: nadie recordará lo exquisita que estaba nuestra carne, o la ensalada tibia tan original, ni ese postre tan elaborado y con tantas texturas……. Sólo recordarán que la diminuta cucharita miraba del revés o que la copa de agua no estaba en su lugar. Y  todo tu trabajo se verá reducido a eso: a detalles.


Por cierto: os prometí más gazapos y aquí os traigo dos  más.

En el blog de un restaurante madrileño nos dejan también unas pautas para organizar la mesa y en dicho blog escriben, y copio tal cual:

- Los cubiertos de postre los colocamos en la parte superior del plato, justo enfrente de nosotros. La cuchara y cuchillo mirarán a la derecha y el tenedor siempre a la izquierda.


- La cristalería puede variar en su disposición, pero lo más importante es distinguir el uso de cada copa. Han de estar alineada y en orden: copa de agua, copa de vino de tinto, copa de vino blanco y por último copa de cava.



Como os acabo de contar, las pautas de este restaurante están un poco confundidas, pues los cubiertos de postre en este caso, también los colocan erróneamente  y el orden de las copas también lo hacen en sentido inverso.

Hay multitud de plantillas con la ordenación correcta tal y como os he apuntado, pero eso lo podréis ver un muchos blogs . A mí me ha resultado más original muy peculiar estos manteles individuales que tienen incorporados la silueta de los cubiertos y demás, para que colocarlos sea un poco más fácil (y gracioso)


Curioso mantel individual

Mantel individual de estilo romantico

Hasta aquí lo que hoy os propongo, que son solo unas pautas para marcar correctamente vuestra mesa en cualquier acontecimiento que organicéis o para defenderos con soltura en una mesa ajena sin caer en la vergüenza de no saber ni por dónde empezar.

domingo, 16 de marzo de 2014

¿DONDE PONGO TUS CUBIERTOS?

El siguiente tema que vamos a tratar se refiere a la colocación de la vajilla, cristalería y cubiertos en la mesa. A veces, con tanto platito y tenedor nos hacemos un lío y al final, nos acabamos comiendo el pan del primo Joaquín que está sentado junto a nosotros, no sin antes preguntarle: 
¿Este pan es el mío o es el tuyo?

En fin, que  para evitar estos ridículos quiero daros unas reglas básicas que seguro que para la próxima boda o comunión a la que tengáis que asistir, las pondréis en práctica.

Pero antes de hacerlo, y navegando por los blogs  de la “competencia” , he visto uno en el que te daban estas pequeñas normas protocolarias de la organización de la mesa (vamos, lo mismo que yo pensaba hacer).  Entonces me he dado cuenta de que antes se nos queda grabado en nuestro subconsciente lo que hacemos de forma incorrecta y nos lo corrigen que lo que hacemos bien. Ya sabes, basta para que te pregunten ¿Cuál es la capital de Brasil?  Para que tú respondas Río de YYaneiroooo, y se te quede cara de besugo cuando te llamen ignorante. Brasilia jamás se te olvidará.

A lo que vamos; en dicho blog ( que no voy a nombrar, por respeto a él y por si algún día también yo meto la pata) te coloca este croquis de cómo organizar la mesa, pero mirándolo bien algo no cuadra; y es que algo no está donde debería estar.
¿Te atreverías a decir qué es lo que pasa aquí? 
¡Venga anímate! ¡ que si lo aciertas te dejo que te comas tu pan y el mio!


Yo por si acaso te dejo en stanb by para que lo pienses y el próximo día te resuelvo el acertijo y te traigo más que encuentre en la red y que no son correctos

Ejemplo de cómo organizar la mesa ..... o no.

BODAS REALES ¿SABES CUÁL ES TU DERECHA Y CUÁL TU IZQUIERDA?



Para esta primera incursión en cuestiones protocolarias vamos a hablar de nuestra derecha y nuestra izquierda.   
¡¡¡Sííí, eso es!!! ¡ Volvemos a nuestros tiempos de Barrio Sésamo! 
Qué recuerdos me traen.   Parece algo muy simple a estas alturas, pero como vamos a ver, no todo el mundo lo tiene tan claro.

Hoy veremos qué nos dicta la tradición o protocolo en cuanto a la colocación de novios e invitados en las bodas.

Y es que según el protocolo oficial, la esposa se ha de colocar a la izquierda dando su brazo derecho al marido. Esto se hace así por una curiosa tradición: antiguamente, la novia debía estar a la izquierda para que el novio tuviera libre la mano derecha para poder desenvainar la espada en caso de un posible ataque y así poder defenderla. Este hecho se convirtió en tradición y actualmente se sigue usando esta costumbre. 
Por tanto, en una boda los contrayentes y padrinos quedarán de la siguiente manera: siempre frente al altar, la madrina se sitúa a la izquierda de la novia ( ya que su cometido es atender a la novia si ésta lo necesita), después se situará la novia, el novio y a su derecha el padrino ( que habitualmente suele ser el padre de la novia).

Ahora bien, si nos fijamos en el tema de invitados reales, estos tienen otra ordenación, ya que como sabréis la derecha siempre es preferente a la izquierda en cuestiones protocolarias. Esto quiere decir que el invitado colocado a la derecha es más importante que el de la izquierda. Quizás así podréis entender porqué en ocasiones es el hombre el que está a la derecha y otras veces es la señora. No es un patrón fijo en cuanto al sexo, sino en cuanto a la condición social (aunque a veces incluso los más ilustres invitados se hacen un lío).
Para que podamos verlo mejor os pondré varios ejemplos:
¡Mira qué bien va el Príncipe Felipe el día de su boda con su señora madre la Reina Doña Sofía! 
Él está a la izquierda, pero es que ella tiene un rango superior al de él
¡Es la Reina!                          

    

Sin embargo, a la salida debe ser que se les complicó el tema, y ya no sabían donde colocarse, porque se volvió a situar a la izquierda ( él debía estar a la derecha por tener mayor rango que la princesa Letizia).










Si ahora nos fijamos en su Majestad el Rey que acudió junto a su hermana, la Infanta Doña Pilar, volvemos a observar error tipo ¿Dónde me pongo yo?








Y es que él está situado a la izquierda, cuando por rango debería de ser al revés.








No obstante, debemos tener en cuenta que este rango a la derecha puede modificarse cuando el monarca o príncipe lleva sable en su uniforme y puede resultar molesto para ir del brazo con la consorte.





Os dejo algunas fotos para que vayáis analizando y ver quien supo ese día dónde estaba su derecha y dónde su izquierda.

Infanta Cristina el día de su boda acompañada de su padre el Rey D. Juan Carlos
Boda Eugenia Martinez de Irujo

Infanta Elena el dia de su boda acompañada de su padre




Boda de Infanta Elena

sábado, 15 de marzo de 2014

Bienvenida

¡Bienvenidos a este blog que incluirá asuntos de protocolo y otras cosillas de la vida que os podrían interesar!